Por Amor

Apuesto cada atardecer,
por tu sonrisa.
Entre cara o seca,
siempre elijo las dos.
No me animo a perderte por azar.

Voy a buscar detrás,
de cada nube,
de cada estrella,
de cada color,
para ver si estas escondiéndote,
mi amor.

Apuesto mis virtudes con tal
de disfrutarlas con vos.
Apuesto que la poesía deje de ser
solo palabras.
Apuesto que tu corazón siempre
mire al sur.
Y no dude un segundo
En abrazar al mío.

Realidad de vos

Nadaré en mares contra corriente,
si me llevan a tus orillas.
Viviré en cada gota de lluvia,
si así puedo tocar tu cuerpo.
Soñare con cada acorde,
de tu guitarra

Y te convenceré con cada palabra,
De mi verso.
Me querrás en cada instante,
donde tus labios toquen los míos.

Y seremos una boca llena de poesía.
Tanta poesía hecha amor.
Hecha realidad, como vos.

Felicidad sonreída

Y aunque tu voz,
suene tan fría.
Aunque tus palabras se claven
congelando al propio sol.

Sé muy bien,
que expresan esos ojos al verme.
Siento esa sonrisa tan mía,
siento que sonreímos todo el tiempo.

Y aunque sientas mis brazos,
como cadenas.
O mi boca, como prisión.

Sé muy bien que algo nos une,
que algo nos gusta,
que somos contradicción,
que nuestros abrazos,
hacen que el mundo se pare,
que la hora no pase,
que se cree un tiempo abstracto
donde solamente sea medido,
por la cantidad de besos o sonrisas.

Sé muy bien que me vas a querer,
que vamos a viajar,
que esto no tiene un punto final,
que vamos a vivir,
pero sobretodo,
que vamos a sonreír
y con eso, quizás
ser feliz.

Profundas Vidas

Querían hablarle pero él no las entendió, le susurraban cosas al oído, se le acercaban, pero no lo tocaban.
Le pedían auxilio, amor, comida, paz, pero él no lo sabía. Su idioma era raro, una especie de castellano deformado por el arrastre de ciertas letras provenientes de algún suburbio alemán.
Además susurraban y el no llegaba ni a entender ni a escuchar, sintió un poco de miedo pero al ver que eran indefensas (o eso creía), y que con solamente sacar la cabeza del agua o llegar al final de la pileta todo desaparecía y volvía a la normalidad.
Si realmente era normal esa pileta llena de gorros con cabezas que entran y salen del agua, brazos que aparecen y desaparecen golpeando el agua como si fuera peso muerto, la normalidad de ver señoras de mediana edad hacer movimientos imposibles fuera del agua.
Pero esa era su realidad y necesitaba esa rara paz que se encuentra en una pileta llena de gorros y movimientos.
Esa paz mental como la que tiene ahora Julio mientras nadaba de acá para allá, respirando o no, luchando o no contra su cabeza o esas criaturas.
Podríamos describir a esas criaturas como figuras anteriores a la humanidad o la humanidad involucionada, con un aspecto peludo de barbas, bigotes y uñas largas, muchos de ellos castaños o blancos, dependiendo de los años, con ropas raídas pero que aun seguían cumpliendo su función.
El, además pensaba en la posibilidad de conocerlos, de saber de su mundo, de salvarlos.
Julio tenía ese héroe dentro que nunca dejaba salir, un héroe cobarde, pero lleno de ganas. Un héroe mortal, de esos que sí temen arriesgar su vida, un héroe minimo.
Acaso ayudar a una señora a cruzar la calle, o al ciego, o darle una frazada al hombre de la esquina, comprarle un sándwich al nene de enfrente. Julio era de esos héroes baratos.
Quería salvar al mundo y a su gente pero no sabía por dónde empezar y ahí se desanimaba y no empezaba, abandonaba antes de arrancar.
Era un héroe en su cabeza, pero nadie nunca lo supo ni lo valoro, nunca fue el valiente Julio ni salió en las tapas de los diarios ni en las noticias del ayer.
Ya hace dos meses que Julio oía y sentía a esas criaturas, por suerte siempre lo dejaban salir y aunque tenía cierto miedo nunca se lo conto a nadie.
La mañana veraniega llego y junto a ella, nuevas criaturas, estas tenían cierto parecido con otras caras que él había visto, sentía que esos ojos, todavía azules, de esa mujer que le pedía cariño también los había visto en algún lugar hace poco.
El era de esos que creía que no había un par de ojos iguales en ningún lugar, ninguna mirada era igual a otra, el aseguraba que los únicos ojos iguales que existían eran los de los enamorados, podían ser pardos o claros, no importaba, esos ojos, esa mirada cuando se producía era la misma, los mismos ojos, el mismo amor, pero como todo, la mirada dura, lo que el amor.
Y ahí se encontraba de vuelta el, mirando esos ojos, esas nuevas criaturas, Se fue pensando en eso, y volvió caminando a su casa donde vio carteles de una mujer de tez blanca, treinta años, no había vuelto a casa, la policía y el estado no podían ser, esa era otra época, por suerte pasado.
Pero esos ojos.

Espacio Sideral

Quiero noches de Paris.
Lluvia de Paris.
Leer a Julio,
tocar a la Maga,
jugar a la rayuela de la vida
Y de los viajes

Arrancar en Paris,
seguir en Berlín,
en Atenas,
pasar por Londres.

Vivir en constante revolución.
Revolucionar mi vida,
con tus labios.
Revolucionar tu vida,
Con mis ojos.
La cabeza con nudos,
o labios,
o besos,
o sal.

Y así poco a poco volver,
del cielo, a la tierra
Pero siempre,
encontrarnos en ese,
espacio sideral.
Que se crea,
cuando nos abrazamos.

Amor Francés

Y te nombro cada vez que digo amour.
Cada vez que pronuncio liberté,
estas en el aire.
Te quiero para hacer la revolución.
Una révolution de imagination.
Le pouvoir de l’imagination.

Quiero que nos leamos los labios
en francés.
Que me ames con el sol y las nubes,
posando junto a la torre Eiffel.

Te quiero recorrer como el Louvre.
Y convertirte en la obra de arte,
donde me pierdo,
donde no existo,
pero te veo,
y nunca te dejare ir.

Haces que me vaya de esta,
realidad tan lineal.
Por eso siempre vuelo hacia ti,
hacia tu bouche,
para que me beses
y me digas
Bonjour corazón.

Cenizas ardiendo

Y si se nos sale el alma,
si el corazón no calla,
si tu boca me da amor,
y besos.

Si en mi cuello se envuelven
cual bufanda,
tus brazos.
Si vos sos vos,
y yo soy yo
pero siempre nosotros.

Sé que tu sonrisa nunca se apagara,
ni su brillo,
ni su fuego.
Nada hará que me apague,
y que me olvides.

Renaciendo

Viviré la vida,
escribiendo
Viviré la vida,
viajando

Escribiré, viajando.
Viajare, escribiendo.

Pisare cada suelo,
De cada ciudad,
De cada país,
Donde te encuentres.

Te inventare,
nombres, colores,
idiomas.
Te buscare hasta en una rosa.

Y aun así,
Siempre.
Seguiré descubriéndote

Como pétalo en flor.
Como hoja de árbol.
Siempre nueva,
Hasta que renace.

Mundos de dos

Y quiero que te arriesgues.
Quiero que confíes.
Te quiero mía,
te quiero libre.

Quiero que sonrías,
que pienses,
que me pienses.

Que vueles,
quiero que vueles alto.
Que me agarres de la mano,
si me caigo.

Que me unas a tu cuerpo,
que me quieras parte de tu vida,
que me invites a volar,
que inventemos mundos.

Mundos poéticos,
mundos virtuales,
mundos con labios.

Mundos de piel,
mundos de dos,
mundos solitarios,
pero rodeados de realidad.

Sábado

La rutina se rompió
Y cambiamos al mundo,
A nuestro mundo de dos.
Lo mejoramos.
Vivimos más,
Respiramos más,
Sentimos más.

Tu tierna mirada
Se hundió en mis ojos color esperanza.
Esperanza de ser,
De sentirte,
De tocarte,
De tenerte.
Y así,
Esperanzadamente verde
Voy paso a paso
Hacia tu corazón.

Viajar

Necesito viajar por fuera de mi cabeza
Quiero paz.
Quiero viajar en paz.
Irme.
Ser a la distancia.
Cambiar,
Repensar,
Probar,
Y volver a cambiar.
Quiero ser lo que soy,
Pero no.
Tener más grises
Saber de autos,
De colores,
De vos.
Saber más de mí.
Necesito paz.
Me necesito.

Supuestos

Y aunque el mundo viva bajo sospecha.
Y la vida sea un castillo de arena,
Entre tanto desierto.
Y si el cielo existe,
Y sigue siendo azul.
no me importa.
Siempre creí en mí,
Y en mi imaginación.
No me gusta lo simple,
Y es por ello
Que termino siempre ahorcado en mis vueltas.
Soñé tantas veces con el amor de mi vida
Que siempre le cambiaba,
La cara y el nombre,
Para no confundirme.
Sume historias con finales
A esta vida de perdedor,
Con capítulos de ganador,
Que mintieron sobre mi reputación.

Al final,
Nunca fui buen partido.
Siempre empate o perdí.
Pocas veces gane, y fueron rachas.
Y aunque todo esto sea verdad,
Y vos estés mirándome llorar
Sé muy bien que no va a cambiar.
Y voy a seguir así,
Viviendo,
Pero más aun
Recordando.

El color del tiempo

Si bien al parecer hay un solo tiempo,
Un solo reloj,
Un solo big ben.
And what time is it?
Veo como el tiempo cambia
Como el tiempo es presente,
Según los ojos que lo miren.
Yo tengo un verde pasado
Que hoy es tu marrón presente.
Y que me hace recordar
A mi verde presente, pasado.
Y tu marrón futuro,
Es mi verde presente, de hoy.
Lo ideal, siempre es unir tiempos,
No me interesa
Si es mi pasado,
Si es tu presente,
Si es nuestro futuro.
Solo quiero
Que nuestros colores se unan.
Para ver el futuro juntos
Aunque no sea ni muy verde
Ni tan marrón.

Miedos

Mis dos grandes temores
Siempre fueron
La fugacidad de las cosas
Y la subjetividad del tiempo.
Como lo que para mí es,
Para otros no.
Como mi sol,
Puede ser tu noche.

Porque el momento es uno
Aunque este el sol en mi cara
Y la luna iluminándote,
en esa playa solitaria.
Es el mismo momento,
El mismo presente,
Un presente subjetivo.
Algo que es para vos,
Y que va a ser para mí.
Algo que pasa, que siempre pasa.
Algo rápido, fugaz,
Como todo, como vos.
Y no quiero.
Ni subjetividades
Ni velocidad.
Te quiero en mi tiempo.
En mi presente.
En mi futuro.
Te quiero,
Y te querré.

Mi Mayo Frances

Tu boca no solo es un caudal de dulces besos.
Tu boca no solo me llena de ardor,
tus labios brillan juntos a los míos.
Tu sonrisa es la que me llama.
Tu sonrisa es la que crea ese clima distendido.
Esa sonrisa que se me refleja también en mis labios.
No solo sos una boca, ni una sonrisa.
No solo sos pasión, ni ardor.
Sos mi mayo francés,
mi imaginación al poder.
Mi discípula.
Mi compañera,
Que para quienes realmente saben,
Es mucho más que un puñado de letras.

Brillar

Estrellas que habitan
En la inmensidad del cielo
Estrellas que conviven
Con medias lunas,
Con lunas llenas
Con noches llenas,
Estrellas,
Que llenan la noche,
Que inundan el alma,
Que acompañan noches
De soledad
Que acompañan
Corazones rotos
Estrellas que
Dan la esperanza de,
Ser como ellas,
Y volver a brillar

Distancias Necesarias

Si todos estuviéramos tan cerca
Si todo fuera
A la vuelta de la esquina.
Si la distancia no existiese
Quizás nos amaríamos.
Aunque, quizás no.

Ahora que lo pienso
Y lo siento.
Creo que las distancias
Son necesarias
Realmente necesarias.
Con ella,
Muchos amores nacen
y viven.
Muchos corazones
Laten más.

Con la distancia
Uno aprovecha más
El tiempo.
Porque sabe
Que el tiempo que pierde
Mañana no vuelve.
No hay mañana.
Quizás si,
Un hasta pronto.
Pero con las distancias
No existen los hasta mañana.

La distancia hace crecer
Ese intento de amor
Los abrazos se esperan más
Los besos se intensifican
Se vuelven más realistas
La distancia provoca
También esa sensación
De extrañar de más
Al otro cuerpo
Al otro yo.

La distancia lamentablemente
Provoca también
Esa maldita desconfianza
En la cual,
El amor se quiebra
Y se vuelve
Imposible a la lejanía.

Falsos Poetas

El sol
Es la inspiración
De los falsos poetas.
De aquellos poetas felices,
Llenos de amor.
De los poetas de hobby.
De los poetas que pueden,
Dormir sin apreciar
Lo enigmática, lo bella
Que es la luna.
Los falsos poetas
No conocen de lágrimas,
Ni de noches desoladas,
Ni de noches solitarias,
Como la luna.
Ellos no saben de los
Encantos de la noche.
Del corazón en la mano.
Ellos escriben con la felicidad
Que trae el sol en sus días veraniegos.
Escriben con la mente en otra cosa.
Y nunca jamás lloraran,
Por un amor,
Que solo es poesía.

Cambiemos.

Y si no lo cambias vos.
No lo cambia nadie
Hay un mundo mejor,
pero ya no quiero
Cerrar los ojos para imaginarlo.
Me canse de vivir de sueños,
De falsas promesas.
Quiero vivir hoy.
Hoy es mejor.
Hoy tiene que ser mejor
Abramos los ojos y miremos
Porque esto va a cambiar
Porque la revolución empezó.
Y va por vos.

Bellezas del mundo.

Abramos los ojos
Basta de perdernos de tanta belleza
Basta de caminar
Con la vista al piso.
Quiero mirar al sol.
Sentirme vivo.
Sentirte cerca.
Oler las rosas,
Y los jazmines.
Mezclarme en tu boca
Y en tu cuerpo.
Sentirte el pelo libre
los ojos abiertos,
Y los oídos llenos de mi voz.
Quiero brillar junto a vos
Y junto a esa estrella
Que alguna vez te señale
En esa noche de luna llena.

Y mientras tanto..

Y mientras tanto
Las estrellas caen
Y se unen al amanecer,
En esa forma circular
Que nos da vida.

Y mientras tanto
Tu voz ya se calló,
Tus ojos miran la arena.
Tu boca, ahí.
Esperándome
Te ves tan frágil
Tan mía.
Tan lejana.

Y mientras tanto
Mi voz se quiebra.
Mis ojos no se despegan de ti.
Y mis labios toman
El impulso necesario
Para hundirse en tu boca
Para inundarte el cuerpo
De abrazos.
Para conocer, por fin
Ese sano veneno
Que se traslada directo
Al corazón.

Viaje hacia tus ojos.

Y si. Claramente el azar nunca jugo a mi favor, y menos en esas noches semanales de colectivo, después de conocerla.

La historia se remonta hacia meses atrás donde la cotidianeidad del viaje ya lo hacía aburrido y no había más remedio que hundirse en las caras, en los gestos, en los signos de los demás pasajeros.
Hasta que me cruce con un par de ojos pardos, que también buscaban alguna mirada.
Realmente las miradas se entendieron. Noche a noche, viaje a viaje.
Había fusión, se producía un estallido de color al mezclarse sus tímidos ojos pardos con mis observadores, ojos claros.
El mundo avanzaba a paso de colectivo y a veces sentía que al mirarnos, siempre tímidamente, como si anduviéramos sin buscarnos pero con la certeza de encontrarnos, sentía. Sí, que ese instante era eterno. Que no había mundo, ni distancias. Que éramos dos. Y que el corazón, aun seguía latiendo, después de tantos golpes.
La timidez la caracterizaba a esa mirada que pedía permiso y sus cachetes que producían ese huequito que de solo verlo te hacia sonreír.

Y la noche sin buscarla, apareció. Ese viaje en colectivo, fue corto y lleno de mañanas.
No solo se unieron las miradas, sino también nuestras voces se conocieron y nuestras sonrisas también.
El viaje duro menos gracias a ella. Nos divertimos. Nos conocimos. Nos presentamos formalmente no por el brillo de nuestros ojos, como cuando recién empezaban estos viajes.
Y si, cada uno bajo contento, o al menos yo. Sabiendo, que mañana iba a estar ahí, esperándome, para poder reírnos más.
El futuro llegaba al presente, y se hacía mujer.

Los tres próximos viajes me dedique a recordar ese día en estas hojas, ya que sus ojos, por ahora, no aparecieron más.

Iluminada Soledad

Vio negrura y después, luz. Mucha luz. Inundaba todo el lugar.
Al principio creyó que estaba despertándose de alguna cirugía no programada o de un accidente en su auto, pero no,
No había doctores, ni gente, ni perros, ni nadie, solo luz.
Miro extrañado todo el lugar, no había mucho para ver;
Relojes sin pilas, o eso creía, ya que las agujas no rotaban.
Luz que entraba, luz, pero que se transformaba.
Entraba como un rayo azul, y sin parpadear se volvía blanca, fuerte, llena.
La luz entraba, pero no salía, nada salía de ese lugar sin nombre.

Si toda esta luz fueran personas no podríamos ni respirar pensó, y exhalo aliviado de saber que eso no era posible, aunque sentía un poco de soledad.
Como suele suceder con los humanos, se dio cuenta que en ese lugar necesitaba de ella. Esa de la que siempre se quejaba, de la que se quería despegar por tanta ternura, insufrible ternura.
La extrañaba, necesitaba de su ternura. Sus labios serian agua en este desierto de luz para él. Necesitaba de sus ojos fijos. Nada de eso dice, se hace el fuerte, el hombrecito.
Pensando que los hombres, no lloran.

Por alguna razón miro su reloj, estaba quieto. Lo golpeo, lo maldijo.
Estaba parado en la hora en que todo se volvió negro, sin saber si era un sueño, una celda, un hospital, o la vida.
Por suerte tenía su mochila, se sentó en ese iluminado piso y saco todo.
Tenía cartas de ella. La billetera. Un buzo. Dos libros. Un cuaderno, y unas cuantas lapiceras.
Maldijo el lugar que ocupaba ese buzo ya que ahí no hacia frio, o eso al menos hoy, era lo que preveía.
Pronto se sintió mal de tantos recuerdo y prefirió acostarse, con la ingenua costumbre humana de que al dormir y despertar, todo va a estar bien o mejor.
Agarro el buzo, lo uso de almohada. Sabía que de algo al fin y al cabo, le iba a servir.
Cerró los ojos. La luz le imposibilitó dormirse rápido, le quemaban los ojos. Prácticamente no había diferencia entre cerrarlos y mantenerlos abiertos.
Al final tomo la decisión de taparse los ojos con el buzo, y respirar hondo.

Lamentablemente para el cuándo se despertó no cambio nada, el seguía ahí en el piso, las luces, mas prendidas que nunca, y las horas, sin pasar.
Fue ahí donde comenzó a desesperarse, se vio, y se sintió solo, sin paradero, sin tiempo, sin vida, sin futuro, ni presente.
Vivía, y eso, era demasiado.

Destino

Ya nada está escrito
El destino murió
Se quemo en tus palabras de adiós.
Se estrello contra la piedra
De tu corazón,
Y de tu cara.
El destino es mentira.
El destino no nos une,
Ni nos unió.
El destino era mentira
Y nos mintió.
Pero preferimos cerrar los ojos
Y seguir creyendo en el
Y en nosotros.
El destino nos mintió
Y por alguna razón
Nos unió y nos gusto.
Pero las mentiras duran poco,
Como el destino.
Y esto murió, junto a el
El día que decidimos
Romper el espejo
De esta maldición.

Paz Veraniega

Creo y siento
La paz,
Cuando me encuentro
En un paraíso
Terrenal y sentimental.
Un paraíso lleno de ti.

Encuentro la paz,
Cuando te miro
Y aun así
Cuando entrecierro los ojos,
No solo por su brillo,
Sino también por ese sol
Veraniego y mañanero.
Ese sol que
Acompaña
Y que
Esconde secretos,
Quizás aun más
Que la luna misma.

Asimismo
Siento un poco
De esa fría arena
Sobre la cual nos sentamos.
Y me nublo con esa bruma
Que nos envuelve.

Y es ahí,
En esa paz real,
Donde,
Te siento,
Te beso
Y escuchamos, por fin.
Ese silencio de la mañana
Mezclado también,
Con las olas del mar.
Juntando así,
La mejor música.
Y la mejor danza.
Esa danza que se da
En nuestras bocas
Mientras el mundo
Amanece, o se cae
No sé.
Ahí,
En esa danza,
En ese paraíso
Encuentro la paz
Y te encuentro a ti.

Sueños de otras Épocas

Sueño con el pasado.
Con un pasado que no es mío.
No me pertenece, pero lo quiero
Lo anhelo, me imagino en el.
Me sueño dentro de ese sueño pasajero
En ese sueño real, tangible, creíble.
Ese sueño de unos pocos, de unos locos, dicen.
De unos pocos locos que soñaban, preguntaban y no aceptaban.
Que respondían con preguntas.
Pensaban, calculaban.
Que cuestionaban y se cuestionaban cada paso.
Aquellos que querían y creían poder llevar el mundo para adelante.
Aunque el mundo fuese quien se los llevo por delante.
Esos pocos que tuvieron el valor de abrir los ojos, de ver el mundo
Y aun así, seguir mirando.
Aquellos que abrieron tantas puertas y cerraron tantas mentiras.
Sueño con ser uno de aquellos,
Que soñaban, simplemente, con la libertad.

Besos Suicidas

La noche está llena
De besos suicidas.
Que vienen de un más allá
Lejano e inoportuno.
Besos que se cuelan
Dentro de sabanas
Y almohadas.
Dentro de copas
Y de ropas.
Besos, que besan sin besar,
Besos mal llamados
Amor.
Besos que al besarlos
Sientes ese calor extraño
De las mentiras,
De la traición.
Besos suicidas que terminan
Matando a tantas bocas inocentes.
Besos,
Como los tuyos.

Revolución de Amor.

Hoy rompo cadenas
Que me atan a mí
Hoy me alejo de mí
Y empiezo a volver.
A ser yo.
Me libero y creo,
Creo formas,
Círculos, triángulos,
Estrellas,
Con mi futuro.
Rompo cadenas,
Tus cadenas
Y ya no te pertenezco
Ni lo quiero.
Soy nuevo,
Viejo y rebelde
A la vez.
Busco rebeldía,
De vos,
De mí
Busco una revolución constante.
Un cambio de rumbo
En ti y en mí.
Un nosotros que sume
Siempre dos.
Y que no reste por ninguna parte.
Busco una revolución
Y es por eso.
Que empiezo por mi cabeza

Finales Abiertos.

Eran de esas historias sin final
De las que el tiempo no borra.
Donde los recuerdos siempre están,
Y no como recuerdos, sino como presente.
Un presente medio perdido, pero no olvidado.
Estas historias tuvieron muchos principios,
Muchos desenlaces, muchas acciones pero pocas palabras.
Nadie sabe si terminaron, si terminaran.
Nadie sabe nada.
Nadie sabe que hacer cuando su corazón habla.
Nadie lo quiere escuchar.
Prefirieron dormir a jugar.
Quizás, se creyeron muy maduros para
Seguir jugando al amor.
Ese es un juego viejo, sin futuro.
Pensaron.
Yo creo, que quizás,
No se animaron a jugar
Por miedo a ganar.
Y prefirieron perder, y perderse.
Pensando, que algún día, se dejarían ganar.

Cuerpos sin leer

Tu cuerpo es el único poema,
Que nunca pude terminar de leer.
Un poema lleno de curvas,
Y diabluras que,
Llevan a la ruta del placer.
Un poema lleno de sonrisas,
Y de fuertes miradas.
Tu boca es,
La ilustración perfecta,
De lo que tu cuerpo demuestra.
Es la muestra fiel que,
El señor de las tinieblas,
Existe.
Y vive.
Y dice.
Y calla.
Y pocas veces, ama.
Tus ojos demuestran,
La parte más sincera de tu ser.
Es por ellos,
Que brillas tanto.
Pero se acabo la tinta,
Y se acabo el amor.
Y con ellos, el poema.
Tu poema.
Tus piernas,
Y tu voz.
Que aun recuerdo
Cuando intento leerte
Otra vez.

Tenerte

Quiero verte viajando hacia mí.
Quiero percibir tu aroma de fresas.
Tan mío,
Tan nuestro.
Quiero divisar tus ojos
Con esa luz tan verde
Que me llena de energía
Y de amor.
Ese color verde me atrapa
Y me incita a besarte en la boca
A sentir esa dulzura hecha labios
De la cual no me puedo despegar
No me quiero despegar
Ni despegarte.
Quiero tenerte junto a mí
Abrazarte a mí.
Sonriendo,
Siempre,
Sonriendo junto a mí.
Y yo,
Así, feliz.
De tenerte
Y de tenernos.

¿Quién sabe?

¿Quién sabe?
¿Quién sabe el secreto de tu sonrisa?
¿Quién sabe
Los días
Las horas
Los minutos
Y los meses
Que te llore?
¿Quién sabe?
¿Quién sabe en cuántos mares de amor
Me ahogare?
Con el fin de encontrarte
O de encontrarme.
¿Quién sabe cuantos amigos
Perderé en el camino?
¿Quién sabe si gane?
¿Quién sabe en cuantos
Poemas te convertí?
¿Quién sabe si sirvieron?
¿Quién sabe
Acostumbrarse a perder?
Quién sabe si te encontrare?
¿Quién sabe porque nunca
Nos animamos?
¿Quién sabe?
¿Quién sabe si fue realidad?
¿Quién sabe si éramos dos?
¿Quién sabe?
Quizá nadie.
Quizá nosotros.
Quizás no quisimos arriesgarnos
Y preferimos esto
A morir por amor.
O quizá no.
¿Quién sabe?

Tu Poema

Tu cuerpo es el único poema,
Que nunca pude terminar de leer.
Un poema lleno de curvas,
Y diabluras que,
Llevan a la ruta del placer.
Un poema lleno de sonrisas,
Y de fuertes miradas.
Tu boca es
La ilustración perfecta,
De lo que tu cuerpo demuestra.
Es la muestra fiel que,
El señor de las tinieblas,
Existe.
Y vive
Y Dice
Y Calla
Y pocas veces, ama.
Tus ojos demuestran
La parte más sincera de tu ser.
Es por ellos,
Que brillas tanto.
Pero se acabo la tinta,
Y se acabo el amor,
Y con ellos, el poema
Tu poema,
Tus piernas
Y tu voz.
Que aun recuerdo
Cuando intento leerte
Otra vez.

Bocas

Las bocas dicen mucho sin decir.
Se ven las heridas de amor
O de guerra.
Heridas que callan.
Que bloquean historias.
Bocas rojas, Grandes bocas.
Ricas bocas.
Bocas que se cortan con su propia lengua.
Bocas que hablan sin decir palabras
Sino en cada beso que dan.
Besos que expresan sentimientos callados.
Bocas que cohíben sonrisas.
Bocas cerradas.
Bocas con moscas.
Bocas que hablan pero que nadie escucha.
Bocas recorridas por un dedo que las calla,
Haciéndolas hablar con hechos.
Bocas insaciables.
Bocas mentirosas.
Bocas pecadoras.
Bocas que ansío besar
Pero no son mías.

Revolucion

Y hubo estrategia,
Y pasión,
Y amor,
Y rencor,
Y lágrimas,
Y balas,
Y barbas,
Y ropa,
Y gritos,
Y educación,
Y frases
Y hechos
Y armas
Y guerras
Y pérdidas
Y mitos
Y sangre
Y enemigos,
Amigos también hubo.
Y gente, mucha gente
Y sueños
Y dueños
Y perros
Y playas
Y selvas
Y agua
Y victorias
Y sonrisas
Y bloqueos
Y resistencia
Y cultura
Y hubo, al fin,
Revolución

Oxidadas Cadenas

No creo que el tiempo
Rompa todas las cadenas
Que me aferran a ti.
No creo que el tiempo
Borre tu nombre
De mi corazón,
Y de mi voz.
No creo que el tiempo
Sea capaz de limpiar
Todos los besos de tu boca.
Ni tampoco desterrar
Tus huellas de mi espalda.
Tampoco creo que
Mis sabanas sean capaces
De olvidar todo el fuego,
Que en ella,alguna vez,
Se apago.
Pero si creo,
Que todo se gasta, se oxida
Y es así, como poco a poco
Todo se ira perdiendo,
Aun, sin quererlo.

Sed de Besos

Hoy tengo sed de besos
Imploro y necesito una boca
Una boca llena de peces
Que naden en mi boca
Y se mezclen
Con mis peces, y mis flores.
Y se reproduzcan, creando
Un océano de amor
O un jardín de besos.
Hoy tengo sed de besos
Y necesito de tu boca,
Del gusto de tus labios
Del recorrido de tus manos,
En mi cuello,
De mi mano, en tu cintura,
De tu cuerpo, con mi cuerpo.
De mis ojos, en tus ojos.
Y de mi alma, pegada,
Justo al lado de tu corazón.

Corazón hecho piedra.

No hay época
Para la helada,
Para el invierno
En el corazón.
No hay lugar, ni tiempo
Ni soles, ni lunas,
Ni lunes, exactos.
Donde tu corazón
Se hiela, se rompa
Se pierda.
Ya sea verano
O primavera,
El corazón se congela.
Y late, pero no.
Y vive, pero no tanto.
Pero no ama, ni siente
Ni llora.
Esta frío, muy frío
Realmente congelado
Hecho piedra,
Sin suerte, ni sueños
Ni besos, ni vos
Ni yo.

Vivir

No te sientes a esperar
Tu felicidad,
Ni tu vida,
Ni sus besos,
Ni tus logros,
Ni a tus amigos,
Ni a tus sueños.
No te dejes caer en
El valle de la luna llena,
No te dejes llevar por las luces
De la ciudad,
Ni de los bares.
No te dejes morir de miedo,
Ni te dejes perder el tiempo.
Elige vivir.
Porque vivir, es sentir.
Y sintiendo, crecemos.
Y creciendo, aprendemos.
Y aprendiendo, vivimos.
Para vivir hasta el final.
Y saber
Que nuestra historia,
Será contada.

Disfrutarte

Disfrutar todo,
Tu sonrisa,
Tu mirada,
Tu luna
Tu voz.
Disfrutarte.
Disfrutar la música que creas en tu baile,
Disfrutar las luces que enciendes
En mis ojos.
Disfrutar el mar que fluye en nuestras bocas
Y rompe en olas cuando no podemos despegarnos
Y el rey Poseidón de nuestro ser,
Cansado ya de tanto maremoto,
Deja que las aguas sigan danzando
Al compás de tus besos.

Perdidas

Se han perdido
Niños y juguetes
Perros y cohetes.
Se han perdido
Noches,
Soles
Días,
Lunas
Y besos.
Todos juntos, en el mar.
Se han perdido amores
Pasiones, canciones.
Se han perdido
Oportunidades, lugares
Pero siempre he guardado
Secretamente,
La receta de tus besos,
El brillo de tus ojos,
El carmesí de tus labios,
La ruta de tu cuerpo,
El esplendor de tu sonrisa
Para morir tranquilo,
Luego de perderte.

Su Mirada

Ella esta ahi,
Mirándome
Buscándome,
Riéndose por dentro
De lo idiota que soy,
y yo, sintiéndome halagado,
La recorro con la mirada,
La observo, parte por parte.
Detalle por detalle.
La observo, y lo sabe.
y le gusta,
o lo aparenta,
con su sonrojada sonrisa.
Pero mientras,
el tiempo avanza,
y aquel idiota que maneja mi cuerpo,
en vez de hablarle, la mira, y escribe
Cuan penetrante es su mirada.