jueves, 5 de agosto de 2010

Mar de Soledades.


Muchas veces no hay nada mejor que la soledad, que esa implacable soledad que enloquece a hombres y a mujeres desde hace ya varias décadas.
Pero en un momento de la vida uno entiende, por fin, que la soledad no existe, que la tal llamada soledad no es otra, que el tiempo que uno pasa con uno mismo y que muchas veces, a mi parecer, es de los momentos más agradables del día.
Entonces cuando se encuentra con su propio yo, y se habla, se escucha y se comenta, uno aprende, y no se aburre.
Para mi, los momentos de soledad, son fundamentales, ya que a lo largo del día, uno se encuentra,habla y escucha a mucha gente, y muchas cosas, y al final del día, o muchas veces al principio, se necesita, silencio y paz, paz para poder charlar, pensar y recapacitar de su vida y de sus acciones.
Siempre ame esas tardes veraniegas dentro del mar, solo, en el mar, son de los mejores momentos de mi vida, siempre están presentes, me acompañan.
Porque en esos momentos, solo existimos dos, yo y el, nadie mas, es, en esos momentos, mi mejor amigo, no pregunta, ni responde, solo me escucha y asiente. He pasado horas adentro del mar charlando con el, y conmigo, sin mirar atrás, solo hundiéndome en su espesura y su blanca espumosidad y pensando. Simplemente pensado. En ti, y en mi, en el, en eso, en todo. El mar siempre me hizo pensar, y muchas veces también llorar. Nunca encontré mejor silencio que el del mar, porque aunque transmita paz, también esconde bajo sus olas, muchas palabras, que como yo, nunca dice.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un resumen poetico de lo que sentimos muchos cerca del mar...